Estas sensaciones son las que nos transmitió la familia Sánchez de garrapiñados Mario sánchez, una familia que mima su producto y saben la importancia que tiene seguir siendo artesano.
Las almendaras garrapiñadas están muy ligadas a una de las tradiciones mas respetadas, admiradas y queridas como es la Semana Santa zamorana.
Acabo de leer y no se puede describir mejor que la Semana Santa Zamorana huele a garrapiñadas, incienso y cera quemada.
Y de esto sabe mucho la familia de Mario Sánchez que cada año pone su puesto de garrapiñados en una ciudad que tiene tanto cariño y respeto por estos productos.
Cada Semana Santa, la madrugada del Viernes Santo, el Merlú anuncia que los hermanos de la cofradía de Jesus Nazareno deben prepararse para un largo camino que comienza a las 4 de la madrugada.
El sonido de thalberg y las almendras garrapiñadas acompañan a los hermanos en los largos descansos que necesitan hacer los sufridos costaleros que bailan los pasos con absoluta maestría al son de un himno reconocido por cualquier zamorano.
Sin duda alguna todos recordamos cuando de niñós nos llevaban a las 7 de la mañana a ver esta procesión y los cofrades nos llenaban de almendras mientras veíamos bailar a la Verónica en la Plaza Mayor.
Estas pequeñas cosas, ratifican que es importante que cuidemos las tradiciones y que cuidemos a quienes las hacen posible.
texto:Ana Isabel Núñez
foto:Ana Isabel Núñez
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