Para estos artesanos el sabor es fundamental pero también lo es la forma en la que sus quesos llegan a quienes los consumen, por eso este queso es simplemente un regalo no solo para el paladar sino también para la vista y para el recuerdo. Con ellos el tomar queso es una experiencia.
Entusiastas de su trabajo y de sus orígenes buscan dar al queso y a al oficio de pastoreo el lugar que se merece en nuestro mercado y en nuestra gastronomía.
Pero para que un producto como este brille debe haber unas manos expertas que sepan combinar su sabor y textura con los ingredientes que eleven el plato a la categoría de mágico. Y ese experto es Victor Corchado, jefe de cocina del restaurante ágape, que elaboró un menú basado en los sabores y en realzar la calidad de los productos.
El menú comenzaba con un surtido de quesos y un exquisito jamón sobre pan de zanahoria
Tras los aperitivos, Victor nos sorprende con un capuccino de foie con espuma de queso
Y ahora viene el que para mi fue el mejor de los platos, simplemente delicioso; dumpling crujiente de queso que se convirtió en el protagonista indiscutible de la noche
Como plato fuerte disfrutamos de unas carrilleras gratinadas con queso que se deshacían en la boca
Y ahora toca hablar del poste; Semifrío de torta que al principio resultaba un poco fuerte al paladar pero que cada bocado resultaba mas agradable y al final casi era adictivo
Todo esto aderezado con un lugar con mucho encanto y acogedor que hace que no solo disfrutes la comida sino también el lugar y el momento.
Texto e imagen; Ana I.Núñez